Juicio Triple A en Bahía Blanca: nuevos testigos de concepto graficaron el operar de la patota
Los dias 3 y 4 de diciembre, continuaron las audiencias en el juicio por delitos de lesa humanidad que se lleva adelante contra cuatro imputados de la banda parapolicial Triple A en Bahía Blanca, Raúl Roberto Aceituno, Juan Carlos Curzio, Osvaldo Pallero y Héctor Ángel Forcelli, causa denominada “Aceituno, Raúl Roberto y otros/s Tortura, Privación Ilegal de la libertad Pers. y Homicidio agravado…”.
En esta oportunidad se pudieron escuchar las declaraciones de cuatro testigos entre los días jueves y viernes. Los declarantes se encuadraron dentro de lo considerado “testigos de concepto”, los cuales son personas que por su formación académica y/o investigativa, son citados para poner en contexto histórico, político y social, los hechos que son juzgados.
Homenajes a 30 años
En la primera jornada del día jueves, testimonió el asesor legislativo pampeano Eduardo Tindiglia en el marco del caso de la víctima Carlos Davit, ambos oriundos de la localidad de Guatrache, La Pampa.
Tindiglia desde sus épocas de estudiante, en los años 80, tomo conocimiento del asesinato de Davit, a manos de la patota bahiense Triple A, cuando azarosamente fue a vivir a la misma pensión desde donde fue secuestrada la víctima en Noviembre de 1975, de calle Irigoyen al 200.
Esta situación lo hizo reflexionar que debía hacer algo por su coterráneo Davit, “y ese día llego 16 años después en el año 2005 cuando se cumplieron 30 años del asesinato de Carlos, y en Guatrache nos propusimos hacer un homenaje para reivindicar la figura y la Memoria de Davit”.
A partir de allí comienza a relatar su investigación y recopilación de información sobre la vida de Carlos Davit y las circunstancias de su asesinato, cuyo material fue volcado entre otras cosas, en un video sobre la víctima.
Su investigación consta de aproximadamente unas 130 entrevistas que abarcan casos de varias de las víctimas de esta causa, además de Davit, como Bayarsky, Walker, Ardiles, Dorñac, Alduvino, etc.
De sus averiguaciones del accionar de la patota en la ciudad, concluye que la impronta ideológica de estos grupos, era la misma que los grupos de la CNU (Concentración Nacional Universitaria) de Mar del Plata y La Plata,
“Es ingenuo pensar que estos grupos actuaban de día o en las noches, sin que la policía se enterara… la policía era la responsable de dejar la zona liberada y alguien les proveía las armas, yo me inclino a pensar que era la Armada, pero había complicidad manifiesta y coparticipación con las Fuerzas”.
Nunca seremos igual a ellos.
El testigo puso a disposición de la fiscalía su material de investigación, videos, entrevistas, informes, legajos, volantes de la época, grabaciones y notas de campo. Como ejemplo muestra un panfleto realizado por los compañeros de Carlos Davit, dos días después de su asesinato, donde expresaban “Carlos Davit Presente en la lucha de los estudiantes bahienses contra la traición y la entrega de Reinoso, Tetu y su equipo” y firmaba la JUP, Juventud Universitaria Peronista.
Culmina expresándole a los jueces que “ustedes, la justicia, el gobierno, las instituciones, las organizaciones de la sociedad civil, la sociedad, nosotros, nunca fuimos, no lo somos, ni jamás seremos iguales a ellos”.
Cuidarse de “la pesada”
En segundo lugar se le recibió declaración a Héctor Benvenutti, docente e historiador universitario, quien había sido nombrado en este juicio por la historiadora Belén Zapata, con anterioridad a esta fecha.
La investigadora, entrevistó a Benvenutti quien por esos años, era estudiante del Humanidades de la Universidad Nacional del Sur y deportista, lo que lo llevó a conocer a varios de los imputados, sabiendo por referencias, que eran parte integrantes de la patota:
“otras personas más grandes, conocidos y amigos, reiteraban permanentemente, que con ellos había que cuidarse porque eran parte de la pesada (…) frecuentaban cabarets y locales nocturnos, armados, y nos aconsejaban los muchachos más grandes que ni les pasáramos cerca (…) Su manera de coaccionar y provocar temor más corriente era decir, cuídate zurdito te vamos a reventar”.
Los tres pilares de la Triple A Bahiense
También refirió haberlos visto armados dentro de la Universidad Nacional del Sur, cuando “en los paredones de Bahía Blanca las pintadas decían concretamente: La triple A en Bahía Blanca son La Nueva Provincia, Ponce y la Marina… lo recuerdo con mucha exactitud”.
Para concluir el testigo declara que de acuerdo a los conocimientos de esa época, la patota criminal que se juzga, respondía al diputado Rodolfo Ponce, como también a ciertos sectores de la policía y determinados comisarios en funciones en ese momento.
El día viernes, el Tribunal decidió escuchar un solo testimonio, el de Gregorio Díaz, director del Equipo Nizkor, organismo especializado en Derechos Humanos, civiles, económicos y sociales. La testimonial se extendió por casi cuatro horas, entonces el tribunal decidió pasar el siguiente testimonio, para la próxima audiencia- El testigo en su extensa declaración dio detalles de las características del periodo represivo previo a la dictadura.
El inicio del Plan de Exterminio
El Equipo Nizkor se especializa en la investigación y digitalización de documentación, de manera conjunta con cerca de 90 países, con el objetivo de mantener la Memoria, combatir el negacionismo y conservar la documentación histórica.
Díaz, como bahiense, conoció a muchas de las víctimas y era empleado no docente de la UNS, como secretario general de Atuns.
Se exilia en el año 1975, cuando su pareja embarazada, recibe la advertencia de parte de un tío médico, que
“había instrucciones de que los niños de las personas con antecedentes políticos como ella, fueran secuestrados y que él le recomendaba que no tuviera el niño en Argentina. Eso fija claramente que bastante antes del golpe militar ya había instrucciones precisas sobre lo que yo denomino un plan de exterminio”.
Luego del exilio, se aboca a la investigación y aportes por medio de la organización Nizkor.
Dentro de las investigaciones de dicha organización, incluye las relaciones entre los servicios de inteligencia, las Fuerzas Armadas y los grupos de tareas, no solo de Argentina sino de otros países de América Latina, que sirvieron de mano de obra para el exterminio de los pueblos latinoamericanos bajo regímenes dictatoriales.
En su relato dio cuenta de esa intrincada relación de manera detallada. Esas relaciones incluían a la figura de Remus Tetu y otros diez rumanos que habitaban en la ciudad.
Además, señaló como hipótesis que Remus Tetu, podría haber pertenecido a la CIA, ya que la custodia personal de Tetu era Raúl Gugliaminetti, un alto agente de inteligencia reconocido por sus múltiples actividades criminales.
En otro tramo de su declaración, dió detalles de los lazos de la Marina con los sectores de la educación, como la UNS, asegurando que los rectores de las instituciones universitarias, solo asumían si tenían el visto bueno de la Marina.
“Sin la bendición de la Marina, no había rectorado. Para ser rector, había que tener la autorización de la Marina… Supuse, pero sin pruebas, que esto era así desde la revolución Libertadora. Hubo gente que me decía que no, que era de antes de la Revolución Libertadora (…) Las acusaciones contra los No Docentes por parte de la Marina han sido terribles y todavía lo son, aunque han pasado los años”.
A los no docentes, les habían anunciado en una reunión en la Casa Rosada, que el Rector iba a ser Remus Tetu y explícitamente les avisaron que iba a haber muertos. Asevera que la Marina y los servicios de inteligencia, realizaban listas de personas, ya no de prescindibles, sino de ejecutables y que era algo conocido por todos.
Protegidos por la Marina y Prefectura
En cuanto a la Patota de la Triple A específicamente, el testigo asegura que se manejaban con la protección no solo de la Marina, sino de Prefectura también, y de allí que los gremios portuarios como por ejemplo Urgara, tuvieran libertad de acción.
Completa diciendo que los miembros de la patota, frecuentaban los cabarets de Ingeniero White, haciendo ostentación de armas provistas por la Marina y emborrachándose. Todo con total impunidad y protección.
“En los puti clubs de White se reunían los de la Triple A a beber y a contarle al que estuviera ahí, las cosas que hacían en Bahía Blanca y las que iban a hacer…tenían la protección de la Prefectura Naval”.
El testigo asegura que en Bahía Blanca, todos sabían lo que pasaba. En los ambientes de los sindicatos, se sabía que Ponce tenía el aval de la Marina, y era aceptado.
“Crisol en Empleados de Comercio como no lo va a saber, no solo lo sabía sino que conocía personalmente a Ponce” sostiene y agrega que Empleados de Comercio de Bahía Blanca, fue quien le imprimió a Emilio Massera (integrante de la primera junta militar 1976) el libro donde presenta un proyecto político que tenía pensado para presentarse a elecciones con partido político propio: “Cómo es posible que digan que nadie sabe nada? eso no es cierto!”
Muertes Rituales
De acuerdo a sus estudios de diferentes grupos criminales, de variada génesis, el testigo asegura que La Triple A lo que buscaba era implementar el terror, la persecución psicológica.
“Si ustedes agarran estas muertes, son lo que se llaman “muertes rituales”, son las muertes que hacían en Guatemala con los indios, son las que hacia la Dina en Chile… en los asesinatos reales, normalmente no se sabe nada, aparece un muerto o no aparece nunca más, sin rastro… Cuando dejan el rastro, es que la intención de esa operación, que además la firman, son muertes rituales, para provocar el terror, la finalidad es crear una muerte que provoque terror, que la población se meta en sus casas, que todo el mundo tenga miedo de hablar” que es lo que todavía no se remedió y perdura como puede verse en muchos testimonios de este juicio.
Al referirse a quiénes eran y como elegían a los miembros de la Triple A, asevera que:
“Ponce es un tipo que no servía para nada, lo usaban porque le permitía a la Marina tener la fachada de sindicalista y eran controlables porque dependían en su trabajo de la zona naval de Ingeniero White. Muchos de estos (miembros de la patota) eran conocidos por borrachines, por matones… eran como tener perros de guardia”.
Antes de finalizar, se le permite exhibir documentación recogida por la Organización Nizkor, entre ellos, las contrataciones como empleados, realizadas por la UNS, a VEINTIDOS miembros de la patota como también el listado de empleados no docentes dejados cesantes por la UNS, acusados de subversivos.
/http://www.desaparecidos.org/arg/doc/
Luego de más de 3 horas y media de declaración, Díaz culmina su testimonio:
“En memoria de todos los bahienses que fueron exterminados por esta gente y que no han tenido justicia y por otro lado en memoria de todos los que fueron asesinados en la Argentina por estos mismos grupos de exterminio. Y en cuanto a la UNS, pedirles a las autoridades que reconozcan a las víctimas que hubo en esa época, que reincorporen a los no docentes aunque mas no sea a titulo testimonial porque nunca hubo un reconocimiento de eso.”
Audiencias e Inspecciones para el tramo final
Desde el Ministerio Publico Fiscal, el Dr. Pablo Fermento, informó que con la próxima audiencia estarían terminando de declarar los testigos de esta parte, es decir que posteriormente deberían empezar a declarar los testigos de la Defensa de los acusados, seguramente luego de la Feria Judicial del mes de Enero.
A su vez el Dr. Roberto Amabile, presidente del Tribunal puso como próxima fecha el día jueves 17 de Diciembre a las 9hs.
De la misma manera informó que la defensa de los imputados, pidió una Inspección ocular dentro de la Universidad Nacional del Sur, en el lugar donde fue asesinado David Cilleruelo en la sede de Av. Alem al 1300 de Bahía Blanca. El Tribunal deberá resolver y comunicar lo que determine.
*Nota escrita para el Agora Digital.
twitter @HIJOSBahiaBca
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