Audiencia Juicio Triple A día jueves 2 de julio
Retomadas las audiencias del Juicio por Delitos de Lesa Humanidad de la Triple A en Bahía Blanca, se cumplió la segunda fecha luego de la suspensión por la emergencia sanitaria, con la declaracion en la sala de cuatro testimonios.
Foto H.I.J.O.S. Bahia Blanca |
En el aula Magna de la UNS de Colon 80, se hallaban presentes el presidente del Tribunal, Dr Roberto Amabile, mientras los otros dos jueces, Diaz Lacaba y Aguerrido, seguían el debate por videoconferencia. Por la fiscalía se encontraba el fiscal Pablo Fermento, y por la querella de
Foto H.I.J.O.S. Bahia Blanca |
Asistieron personalmente tres de los imputados, Aceituno,
Forcelli y Pallero y el cuarto, Juan Carlos Curcio, lo seguía por vía remota.
Al inicio del debate, el juez Amabile dio detalles de la
imposibilidad en el día de la fecha de la transmisión del juicio, debido a
problemas en el canal del Poder Judicial. Aclaró que los mismos estarán
solucionados para la audiencia siguiente, ya que éstos deben ser transmitidos
abiertamente al público por los medios tecnológicos adecuados y cumplir así con
la garantía de publicidad. Realmente
esperamos que esto sea así, y no se vuelva a cercenar la garantía y el derecho
de la sociedad toda, a la información en
los juicios de Lesa Humanidad.
Foto Luis Salomon |
Desde H.I.J.O.S. y respetando los pedidos de los testigos, transmitimos en directo vía las redes sociales, el primer testimonio de la persona que permitió que así se lo hiciera, ya que los otros tres, Habían manifestado su decisión de NO hacer pública su declaración, al serles consultado.
En esta audiencia, declararon cuatro testigos, los cuales todos, dieron cuenta del clima que se
vivía en la ciudad, en la época que ocurrieron los hechos que se están juzgando
.
El primer testigo Jose
Santagada al momento de los hechos era estudiante en la Universidad
Nacional del Sur, en la carrera de ingeniería electricista.
El testigo ubicó a los grupos de patotas armadas dentro de
la universidad, desde el año 1973, en asambleas, concentraciones, etc. Los relaciona con personal de sindicatos como
Urgara de Rodolfo Ponce o UOM, de Abertano Quiroga, quienes para el año 74,
“hacen pie” en la UTN tomando posesión de la dirección de la misma. Allí se
reunían con asesoramiento del abogado Montezanti, relata el testigo. A fines del 74, con la llegada de Remus Tetu a
la UNS, toma como primera medida, el cierre del comedor universitario. El 2 de
Abril del 75, realizan una manifestación en la sede de
Colon 80 en reclamo de
su apertura, en la que deciden elegir por delegados para conversar con el
rector a David Cilleruelo de la Federación Comunista y Daniel Riganti de la Juventud Peronista. Al día siguiente, el 3 de abril, estaban en
los pasillos de la UNS repartiendo volantes, juntos. Y es allí cuando se
produce el asesinato de Watu Cilleruelo.
Foto H.I.J.O.S. Bahia Blanca |
Manifestó recordar algunos de los nombres de esta patota que
asolaba las aulas y pasillos de las universidades, como ser Sañudo, Chisu,
Aceituno, Dodero, Pallero, Argibay padre e hijo, Facheri, Juan Carlos Landini, Fito Ponce, secretario de
la CGT y Chacho Perez, Chofer de Ponce. El
día del asesinato de Watu, refiere que
estuvieron los dos Argibay, y que es
Argibay padre quien le dispara a Watu luego de pedirle documentos. Estas
personas de la patota, fueron contratadas como personal de seguridad de Remus
Tetu que andaban en tres vehículos: un falcon verde con techo vinílico blanco
con patente oficial, que es el que andaban el día que asesinaron a Watu, y dos rambler. Dice el testigo que el grupo
estaba conformado con al menos 26 personas.
En el segundo
semestre del 75, Remus Tetu cierra
carreras, une departamentos, quita contenidos, y produce despidos masivos de
profesores y alrededor de 60 no docentes. Recuerda tres asesinatos de no
docentes como Bombara, Del Rio y Prieto.
Santagada relato la impunidad que la patota tenía dentro de la
universidad, aunque también fuera de la misma, ya que se notaba la misma ilegalidad
en connivencia con la policía.
A pedido del fiscal, el testigo relata que en agosto del 76,
es detenido por el ejército, que lo
traslada al V Cuerpo, donde lo interrogan sobre la actividad universitaria suya y de sus
compañeros. Allí recuerda al Mayor Sierra y al personal de inteligencia Hugo
del Valle. Luego de varias horas lo dejan ir.
En segundo lugar, declaró en la mañana del jueves Daniel Esquivel, quien ya había declarado en la causa Bayón,
primer juicio en la ciudad. Era estudiante de la UTN en los años 74, 75 y
militante del Partido Comunista. Al momento de que la UTN fue tomada por la
patota de la Triple A, debió abandonar sus estudios debido a las persecuciones,
palizas y amenazas por parte de la
misma: “Era una patota que infundía miedo, andaban todo el tiempo armados,
andaban en la facultad como si fueran los dueños del lugar, realmente eran
temibles”. Referencia que andaban con las armas en las manos, haciendo ostentación,
y reconoce entre los integrantes, a Argibay, Sañudo y a miembros de la junta Nacional de
Granos. Se movilizaban en un auto grande, un Dodge Polara color verde desde el
cual disparaban a las movilizaciones y hacia personas señaladas. En la facultad la patota, estaba todo el
tiempo con el abogado Luis Montezanti, el ex personal civil de inteligencia.
El declarante relato que fue víctima de la dictadura al ser
secuestrado en junio del año 77, siendo torturado e interrogado por su,
militancia en la UTN y para que identifique otros compañeros de los cuales
algunos también fueron secuestrados y asesinados como el caso de Daniel
Hidalgo. La patota se movía impunemente tanto dentro como fuera de las
universidades, en connivencia con las fuerzas de seguridad. Es por ese motivo
que ante los ataques recibidos, no realizo la denuncia en ese momento.
En tercer lugar dio testimonio María Marta Bustos, quien fue víctima no solo de los grupos de la
triple A, sino luego de la dictadura genocida junto a toda su familia, dando a
luz a una de sus hijas en prisión, por lo que ya presto declaraciones en
anteriores juicios. Marta conto que eran 9 hermanos, todos militantes del
peronismo desde jóvenes, como el resto de la familia. Eran militantes de base,
en los barrios donde ellos mismos vivían, a la par de sus vecinos, tratando de
ayudar a los que menos tenían. Marta fue concejal en el año 73 por la Juventud
Peronista. Relató las múltiples
persecuciones y amenazas recibidas en esta etapa previa al Golpe, pero con
especial énfasis narró el ataque sufrido por su hermano Rene Bustos, cuando fue
atacado mientras circulaba por la ciudad en su camioneta Estanciera. Rene Fue
perseguido y atacado a los tiros por los integrantes de dos autos Falcon verdes
sin patentes, que todos sabían que era un grupo comando de la Triple A. Al
llegar a Villa Libre, fue baleado por la patota, lo que le produjo varias heridas de balas. La
camioneta quedo con más de 50 impactos de municiones y a su hermano lo auxilia un repartidor, quien
al ver que estaba gravemente herido, logra llevarlo hasta su casa donde estaba
ella y su madre. Con la ayuda de un vecino lo llevan al hospital Italiano donde
es intervenido por varias horas y logra salvar su vida. Ante la posibilidad que
la patota volviera a querer matarlo en el hospital, y sin poder contar con la
policía que estaba en connivencia con la banda de la Triple A, los hermanos y
otros compañeros de la Juventud Peronista, decidieron cuidarlo y hacer guardia
en el hospital para evitar que lo asesinen. Asi fue salvada la vida de uno de
sus hermanos que entre sus atacantes reconoció a Sañudo y Argibay, la gente de
Ponce perteneciente a la Triple A y con el apoyo de la Marina. La Nueva
Provincia, el principal medio local, no saco ninguna noticia.
Posteriormente la testigo se refirió a las intimidaciones
sufridas en el HCD y cuando se trasladaba, luego de las sesiones a su casa, que
tenía que ser acompañada por varios compañeros porque tenía miedo que los
maten. Dentro del concejo, compartía banca con Gerardo “Chiche” Carcedo,
desaparecido posteriormente en dictadura. Al recinto entraban los de la patota,
se sentaban con las armas largas a su costado a la vista de todos, de manera
amenazante, para que los concejales votaran los proyectos que ellos les exigían.
Para terminar, Marta Bustos dedicó su declaración a la
búsqueda de la verdad en memoria de su hermano Rene ya fallecido.
El ultimo testimonio del día fue el de Juan Diaz, psicólogo Social, y al momento de los hechos
estudiante de literatura en la UNS. Declara tener una militancia de nacimiento,
porque nació en una casa peronista y esa es la militancia de su vida. Desde su pertenencia
a la Juventud Universitaria Peronista,
trabajó para la construcción del primer centro de estudiantes, y recordó cómo
en ese momento, la militancia se modificó para mal en todos los sentidos, a
partir de la llegada del rector Remus Tetu. Allí comenzaron a vivenciar como
estudiantes el terror, el miedo, la agresión, las bravuconadas, donde la universidad
paso a ser territorio de dominio de la Marina, donde las patotas caminaban sus
pasillos ostentando sus armas.
El declarante expresa que sus registros son más del orden
del recuerdo emocional, que de datos concretos y precisos, y que vivencia este momento como una instancia
reparadora desde lo personal pero también desde lo colectivo. Considera que
quienes como él han pasado por estas experiencias de terror trabajaron mucho
para no caer en las construcciones de odios. “Una cosa es ser vulnerable y otra
es ser frágil, los bravucones son frágiles, y se defienden agrediendo… y los
vulnerables, no somos bravucones, tenemos coraje”.
La universidad y la ciudad, se había vuelto un lugar poco
habitable, peligroso, amenazante con estos grupos rondándola. Lo relaciona con
la actual situación de pandemia, donde la posibilidad de morir, es más cierta y
posible, ahora por un virus, en ese entonces la Triple A. El asesinato del
negrito García, joven militante del
Barrio Noroeste, les hizo tomar
conciencia, que la triple A era capaz de cometer semejantes hechos.
Entre los integrantes de la patota destaca a Ponce, un
sindicalista con relación con la Marina, con los directivos de las
universidades y con recursos que posibilitaban que el grupo existiera con
impunidad. Otros apellidos que recuerda Argibay, Aceituno.
Tuvo que abandonar la carrera y en el año 75 mediante una
causa armada lo detiene en su domicilio la policía provincial. Lo llevan a Villa
Floresta en primer término y después trasladado a Sierra Chica, hasta ser
liberado varios años después. Termina su relato formulando el deseo de que
Ojala se haga justicia, aunque 40 años desvirtuó bastante esa posibilidad, pero
aquí estamos, ojala se haga justicia.”
Con ese último testimonio, el Juez Amabile da por terminada
la audiencia, aclarando que no puede
precisar cuál será la próxima fecha, por no estar resuelto aún el tema de
la transmisión de manera online para el público en general.
Adjuntamos la Grabacion del Juicio rtealizado por el Equipo de Audiovisuales de la UNS.-
H.I.J.O.S. Bahía Blanca.
(Hijos por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio)
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Instagram: HIJOS Bahía Blanca
hola HIJES... gracias por estar ahí siempre, gracias por el abrazo inmenso -por su intensidad- que nos dimos con Ale y que valoro como un abrazo de dos personas que nos amamos y como el abrazo colectivo de/entre muchos. Gracias, ojalá aportemos aquí a que la justicia alcance a los asesinos..... un abrazo virtual, Juan
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