Juicio Triple A Bahía Blanca: siguen declarando testigos de la patota parapolicial
Además del testimonios del días lunes, entre los que se destaca el del Pastor Sicardi, se sumaron los testimonios del día martes y miércoles llevados adelante en el Aula Magna de Colon 80 de la Universidad Nacional del Sur de manera mixta: presencial y virtual.
El Presidente del Tribunal Dr. Roberto Amabile presencia el debate, al igual que las partes querellantes, fiscalía y defensa. Mientras que los jueces Marcos Aguerrido y Pablo Díaz Lacava lo hacen por vía remota al igual que los cuatro imputados: Roberto Aceituno, Juan Carlos Curzio, Osvaldo Pallero y Héctor Forcelli.
Mano de obra barata
Uno de los testimonios destacados fue el que realizo la Sra. Gladys Elvira por videoconferencia desde la ciudad de Viedma. Al momento de los hechos, Elvira estudiaba geología en Bahía Blanca junto José Surace, con quien había iniciado una relación de noviazgo.
Surace, militante de la Juventud Universitaria Peronista, vivía en la pensión de calle Zapiola al 600 de nuestra ciudad, con otras dos víctimas en esta causa de la Triple A, Gabriel Ganuza y Julio García, también de la JUP. Elvira comenzó su relato haciendo una introducción histórica de aquel momento estudiantil y social que se vivía:
“Voy a hacer referencia al clima que se vivía para que se comprenda lo que paso en el 74, 75 y sobre todo para que sepan quién era José y porque lo mataron”.
La testigo se explaya sobre la gran participación política, el compromiso, la pasión y la alegría con la que se militaba al comienzo de los 70, luego de casi dos décadas de proscripción del Peronismo, de persecución política y de autoritarismo. Empezando el año 74, refiere que el proceso de derechización en la región y en Argentina avanzaba rápidamente, siendo la muerte de Perón un punto de inflexión para un cambio político profundo.
Las intervenciones de las Universidades con Ivanisevich al frente y especialmente en Bahía Blanca que es lo que ella transitó, con la gestión de Remus Tetu:
“Allí se inicia un proceso totalmente antidemocrático, de persecución, vigilancia, se cierran cátedras, se cesantean profesores, y de restricción al ingreso”.
Es con este clima social que surgen los grupos parapoliciales de la Triple A, cuyos blancos fueron los trabajadores organizados, delegados y estudiantes. Ya en el año 75, era cotidiano la presencia de “los matones de Remus Tetu” caminando por los pasillos de la UNS haciendo ostentación de armas.
Fuera de la Universidad no se podía andar y mucho menos militar, porque -según su testimonio-:
“Las calles eran patrulladas y vigiladas por la patota de Ponce que era la mano de obra barata de Remus Tetu… nunca andaban solos y salían a matar, salían a secuestrar estudiantes u obreros, para ametrallarlos….Se vivía un clima de Terror…”.
Los tres estudiantes Surace, Ganuza, García y también la testigo, ya tenían pensado terminar el ciclo lectivo en diciembre del 75 y no regresar, debido a la situación imperante.
Preparados para matar
La madrugada del 6 de diciembre, entre 5 y 6 hombres armados entraron a la pensión de Zapiola al 600, “y se los llevaron a los tres chicos, como estaban, en ropa interior, descalzos, sin documentos, los sacaron dormidos de la cama”.
Al día siguiente, junto con el padre de su novio recorrieron sedes policiales y en la comisaría 2da, con total naturalidad les dijeron que había tres cuerpos masculinos sin identificar en Villa Iris. Al llegar al pueblito, les llevaron hacia los tres cadáveres que identificaron rápidamente. El estado de los cuerpos era impactante:
“Por más doloroso que sea, acá se va a emitir una sentencia que tiene que ser justa y reparatoria … no solo los fusilaron, los torturaron, los golpearon y los ametrallaron, esta mano que no están grande, no cabía en el cuerpo de José (Surace) sin tapar un agujero de bala. Eso hacia esta gente. Salían todos juntos, preparados para matar”.
Esa gente, la patota Elvira la define:
“No era un grupo de Hombres que salieron por su cuenta a matar estudiantes y obreros y trabajadores, era una organización paramilitar que prepara la antesala del golpe de Estado de 1976. Estaba organizada y respondía a una organización que era la Triple A, que estuvo no solo en Bahía Blanca sino sobre todo en lugares donde había universidades, fábricas, sindicatos y trabajadores organizados.”
Al recordar a las tres víctimas expreso:
“Eran jóvenes entusiastas con pilas de proyectos, de sueños, compañeros, generosos, solidarios, que se alegraban si se tomaban medidas en favor de los que menos tenían, porque defendían un proyecto político para las mayorías, de igualdad social, y estaban convencidos que la política es la única herramienta de cambio para transformar la sociedad, para acabar con las injusticias la militancia política era el camino”.
Para finalizar pidió que “la sentencia sea reparadora…Nos obligaron a convivir medio siglo con los asesinos.” y agregó:
“Espero de este Tribunal una sentencia ejemplificadora y aleccionadora que acabe con la Impunidad. Y puntualizo “José, Julio, Gabe y los 30.000 no son solo Memoria, son por sobre todas las cosas Convicciones. Convicciones que levantaron los pañuelos blancos las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo y que ahora en este presente todavía sin justicia levantan los Hijos, Hijas, Nietos y Nietas.”
En la misma Jornada también declararon los testigos Atilio Casadei y Orlando Balbo desde Viedma y Neuquén respectivamente.
La “predicciones” de La Nueva Provincia
La última jornada de audiencias, cerró con la declaración de dos testigos. Por videoconferencia desde Buenos Aires el sociólogo e investigador del Conicet, Fotunato Mallimaci, oriundo de Punta Alta.
Mallimaci fue convocado para que deje sentado las experiencias que en lo personal le toco vivir, ya que conoció a varias de las víctimas, pero también cómo ha podido significar esta parte de su vida y de la historia de la ciudad y el país, desde sus propias herramientas disciplinarias como profesional.
Fue alumno de la UNS, participo de diversos grupos Cristianos de la Juventud Universitaria Católica, también de la Juventud Peronista y en el año 1975 tuvo que exiliarse fuera del país.
“Siempre considere que lo que venía pasando y venía sucediendo en Bahía Blanca y nuestro país, tenía mucho que ver con el terrorismo de Estado del 76 y con los crímenes de Lesa Humanidad. Me pareció valiosísimo que en nuestra ciudad, en nuestra Universidad, que sea en Colon 80… que pudiéramos conocer la verdad de lo que sucedió en aquella época”.
Relata la amplia participación y compromiso político estudiantil, gremial y obrera de principios de los años 70, y que luego desencadena a partir del 74, 75 en un terror generalizado con el accionar de la Patota de Ponce y de Remus Tetu como interventor de la UNS, coincidiendo con otros testigos, que esa etapa fue el preludio de lo que sería luego el Golpe del 76.
Malimaci se refirió al vínculo de empresas bahienses con la dictadura, como también de La Nueva Provincia que “predecía” lo que iba a suceder en algunos casos, no porque fueran magos, sino porque tenían lazos con la represión y recibían el material antes:
“Los intereses de Poder económico, Poder militar, Poder mediático, estaban ahí, a veces uno lo busca solo en el hoy, tiene larga historia en nuestro país”.
El último testigo de la semana fue Mario Sánchez, quien declaro por las circunstancias del secuestro y asesinato de Fernando Alduvino; el testigo manifestó que eran “hermanos de la vida” y que se trataba de su ex cuñado.
Alduvino fue secuestrado el 21 de marzo de 1975, en su casa de calle Thompson casi esquina Donado, apareciendo en días posteriores en la ruta 35, lugar que según cuenta, ya había sido rastrillado. Era estudiante de Filosofía de la UNS, trabajador municipal y además militante de la Juventud Trabajadora Peronista JTP.
Los contundentes testimonios de esta semana, principalmente los de Gladys Elvira y Fortunato Malimaci, dan cabal muestra de una historia reciente en Bahía Blanca, muy poco investigada, mayoritariamente silenciada, con responsables institucionales que jamás se han hecho cargo de sus conductas, o solo de manera superficial. La etapa previa al golpe de 1976 está siendo contada por estos días en este debate, dejando certezas y evidencias de haber sido la antesala de una dictadura atroz, con terror y horror propio.
¿Cuándo siguen las audiencias?
Los Dres jueces Roberto Amabile, Marcos Aguerrido y Pablo Díaz Lacava, informaron que las próximas fechas de audiencias que serán los días Martes 15, Miércoles 16 y Jueves 17 de septiembre.
twitter @HIJOSBahiaBca
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