Causa Triple A Bahía Blanca: Cambalache de contradicciones en el alegato de la Defensa
Este jueves comenzó el alegato de la defensa en el juicio por delitos de lesa humanidad que transita la ciudad de Bahía Blanca en la que se investiga a 4 imputados de pertenecer a la patota paraestatal Triple A. Se trata de Raúl Roberto Aceituno, Osvaldo Omar Pallero, Héctor Ángel Forcelli y Juan Carlos Curzio.
El abogado defensor Gustavo Rodríguez comenzó la exposición de esta primera jornada, con un breve video del ex presidente y líder del peronismo, Juan Domingo Perón.
El video hacía mención a la muy conocida declaración de Perón, cuando refiriéndose a la juventud, expresó que éstos se ponían diferentes calificativos: “…los hay ortodoxos, los hay heterodoxos, los hay combativos, los hay contemplativos, pero todos trabajan…”.
Según la reduccionista explicación del defensor, en esas escasas palabras del General Perón, de apenas 23 segundos, se halla definido lo que era o es, la totalidad del Movimiento Peronista. Partiendo de la premisa que dentro del mismo espacio convergían diversos sectores, sentó la teoría de que se trató de simples enfrentamientos entre sectores del mismo movimiento, con algunas excepciones cuando los asesinados eran de otras vertientes políticas. Así de simple.
Desde un inicio aclaró que para la defensa, sus cuatro patrocinados no conformaron ninguna asociación ilícita y que intentara demostrar, que de conformarla, “no califica como crímenes de Lesa Humanidad ni genocidio y por ende los hechos están prescriptos” a lo que luego agrega que “el Estado no controló esos hechos (de violencia) y por eso no califican de Lesa Humanidad”.
Teorías anacrónicas
Se trataría según esta defensa, de sectores dentro del peronismo que actuaron con autonomía y si bien el Defensor deja expresado que no intenta reflotar una “Teoría de los dos demonios” hacia dentro del movimiento justicialista, no es lo que refleja en su análisis, en tanto lo primero que enuncia es que “la otra parte” no tuvo el mismo tratamiento judicial que la Triple A.
De este modo realiza una equiparación absolutamente impertinente, ya que se están tratando 24 asesinatos llevados adelante por la Triple A con aval del Estado, sin que se hayan registrado similares hechos desde lo que el defensor llama “la otra parte”.
Equiparar crímenes cometidos por el Estado o, como en este caso, por civiles con todo el aval y la logística del Estado, con delitos cometidos por particulares, constituye llanamente sustentar la Teoría de los Demonios, algo absolutamente desterrado y anacrónico, por inverosímil e injustificable a través de 38 años de Democracia. El rechazo a dicha teoría, constituye un pilar fundamental del consenso democrático.
Teorías, “bandos” e ideología
En su parcial recorrido histórico de la época, el defensor utilizó gran parte de su primera jornada de alocución, a resaltar los atentados o acciones delictivas perpetradas por organizaciones armadas, con supuestas adjudicaciones de las mismas, aunque en realidad algunos hechos, nunca les fueron probados a dichas organizaciones civiles.
Recorrió todas las manifestaciones de desaprobación que habían realizado políticos, legisladores y organismos ante dichas acciones. La centralidad de su alegato consistió en intentar demostrar una violencia de parte de las organizaciones guerrilleras, que le sirvirera para justificar la respuesta de las bandas paraestatales que están siendo juzgadas en la causa.
Es decir, en consoconancia con la Teoría de los dos Demonios, el Defensor llegó a aseverar: “como vemos los muertos eran de los dos bandos, de la guerrilla y de la derecha”.
En su alegato, Rodríguez atribuyó a las partes acusadoras haber realizado exposiciones “ teñidas de ideología y parcialidad”, aunque lo expuesto en esta primer parte de su alegato, la defensa desplegó en su discurso un tinte netamente político, sesgado e intencionalmente parcial, desde la elección de las fuentes, la mayoría de marcado contenido ideológico de derecha, hasta sus conclusiones políticas.
Luego de tal recorrido reconoció el defensor: “Se me podrá decir, que con esta ley (Ley 20.840 antisubversiva) estaba el marco normativo al alcance de la justicia federal para resolver esos crímenes y que ese marco legal no justificaba la acción de la Triple A. Lo acepto”, acordando implícitamente con ello, que el Estado, en caso de existir delitos por parte de civiles, debía investigar, juzgar y sancionar y de ninguna manera secuestrar, torturar, asesinar y desaparecer.
Cambalache de contradicción
En uno de los tramos más llamativos y asombrosos del alegato, el letrado desarrolló un complejo y equívoco argumento:
“Estamos claramente ante un cambalache ideológico signado por la violencia de uno y otro bando y a la actual persecución parcializada y fragmentada, y a la judicialización de solo una parte de esos hechos”.
A continución, aludió a los dichos de la testigo Julia García manifestando que en su declaración “advirtió con toda lógica, con toda lógica” -enfatizó el letrado- y cito sus dichos: “faltan acá en este juicio los responsables políticos e ideológicos de la triple A: María Estela Martínez de Perón nunca fue llamada a dar explicaciones, nunca fue extraditada”.
Casi sin inflexiones continuó elaborando su argumento:
“Dándole la razón a la testigo y a los que sostienen que el hilo se corta siempre por lo más delgado, la ex presidenta constitucional a quien se acusa de haber facilitado y el accionar de la Triple A, no está ni será nunca juzgada pero sí están sentados aquí, unos “pelagatos” (textual, en alusión a sus defendidos) acusados del tan grave hecho de haber sido guardaespaldas del Rector de una Universidad y de culatas en algún sindicato perdido de Bahía Blanca. Algo así como una pirámide invertida en un mar de contradicciones”.
Cabe remarcar que minutos antes el abogado había hecho énfasis en que ni Isabel Perón, ni López Rega, sabían lo que hacia la Triple A, ya que no los controlaban, y es por esa razón, que no puede ser considerada la responsabilidad estatal, que le daría el carácter de Lesa Humanidad y de imprescriptibilidad, si fueran responsables.
En breve, su teoría radica en que en Bahía Blanca no existió una organización terrorista para estatal conocida como Triple A, sino un simple conflicto entre bandos del peronismo.
Continuidad de Alegatos
La próxima audiencia será el día 24 de mayo, en principio de 14 a 17 hs, aunque el Tribunal puede cambiar la audiencia para las horas de la mañana.
Seguirá con su segunda jornada de alegatos el abogado Gustavo Rodríguez, defensor oficial de los cuatro imputados. El debate puede ser seguido en directo o diferido, ingresando en la página de Audiovisuales de la UNS, donde quedan registrados.
*Nota Publicada en El Agora Digital.
twitter @HIJOSBahiaBca
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