viernes, 4 de septiembre de 2020

Juicio a la Triple A de Bahia Blanca: declaró el Pastor Aníbal Sicardi

 

Esta semana se realizaron tres audiencias consecutivas en el juicio por los crímenes cometidos por la patota parapolicial denominada Triple A en Bahía Blanca.

Los cuatro imputados de este juicio, Raúl Roberto Aceituno, Osvaldo Pallero, Juan Carlos Curzio y Héctor Ángel Forcelli responden por el asesinato de David Cilleruelo, en el caso de Aceituno y por su pertenencia a una asociación ilícita a la cual se le atribuye 24 crímenes considerados de Lesa Humanidad.


Testimonios de este lunes

Este lunes, declararon como testigo Cayetano Ursino, Rodolfo García y el pastor metodista, Anibal Sicardi.

Ursino, ex empleado de YPF y gremialista, declaró por la víctima Carlos Davit, pampeano, militante de la Juventud Universitaria Peronista, a quien conoció. Davit fue secuestrado por la patota de la Triple A de la pensión que vivía en Irigoyen al 200 y apareció colgado de un puente camino a Punta Alta acribillado a balazos.

Carlos Davit
Carlos Davit, víctima de la Triple A bahiense

Por su parte, Rodolfo García, fue compañero de estudios de la carrera de Geología en la Universidad Nacional del Sur de José Surace, Julio García y Gabriel Ganuza secuestrados el 6 de diciembre del 75 de la pensión estudiantil de Zapiola al 600, y hallados asesinados en cercanías de Villa Iris, en la ruta 35, con los cuerpos acribillados y con signos de haber sido torturados.

José Surace, Julio García y Gabriel Ganuza secuestrados el 6 de diciembre del 75 de la pensión estudiantil de Zapiola al 600, y hallados asesinados en cercanías de Villa Iris, en la ruta 35, con los cuerpos acribillados y con signos de haber sido torturados.

El testimonio del pastor metodista Aníbal Sicardi

Sin embargo, el testimonio más jugoso fue el de Aníbal Sicardi, Pastor de la Iglesia Metodista, quien contó cómo era su relación con personas de las Fuerzas Armadas, de la SIDE y de La Nueva Provincia, y qué le decían y preguntaban en sus conversaciones.

Sicardi declaró por el caso de la victima Víctor Oliva Troncoso, que pertenecía a la colectividad de refugiados chilenos y tenía vinculación con la Iglesia antes de su asesinato, ya que la Iglesia Metodista era la que se ocupaba pastoralmente de los refugiados en la ciudad.

Tenía solo 23 años, había sido militante del MIR Movimiento de Izquierda Revolucionario y fue secuestrado en Soler al 200.

Víctor Oliva Troncoso
Víctor Oliva Troncoso, víctima de la Triple A bahiense

Su cuerpo apareció acribillado de 33 balazos en el paraje Pibe de Oro de General Cerri el 2 de julio del 75.

La persecución a la comunidad Chilena

Sicardi, ante la pregunta sobre si la colectividad chilena era objeto de persecución politica, expresó:

“De objetos de persecución tengo que mencionar la Nueva Provincia, que siempre arrojaba algún petardito por algún lugar y… después no mayor del prejuicio que una buena parte de la ciudadanía bahiense tiene con la gente Chilena..”

Esas eran según el pastor, las persecuciones en la época. Los refugiados chilenos, que huyeron de Chile por la dictadura de Pinochet, no eran preguntados por la Iglesia el motivo de su llegada a la Argentina según contó el Pastor: “Mi metodología de trabajo era no hacerles las preguntas que le podían hacer la policía o los centros de investigación”.

“Pocas veces salía el tema de donde provenían, me decían en ocasiones que venían de partidos de izquierda, de alguna militancia, yo lo daba por hecho, si estaban como refugiados era porque le temían al régimen de Pinochet”

Por ejemplo con los que eran más agresivos… a veces se la agarraban conmigo y con el cura con el cual trabajábamos y nos decían que lo que queríamos era progresar en la Acnur (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados) así que a veces teníamos una discusión, hasta de pelea y yo los mandaba para que fueran a denunciarme a cualquier lado, porque ni al cura ni a mí, nos estaba corriendo el hecho de tener un crecimiento en una institución o de tener una recompensa”.

Secuestro con impunidad

Sicardi dice que nunca creyó haber notado que Víctor Oliva Troncoso se sintiera perseguido y además señala que era un joven muy inteligente y muy capaz.

El secuestro de Víctor fue presenciado por la hija de los caseros de la Iglesia, la cual vio claramente como en calle Soler al 200, pleno centro bahiense, cuatro o cinco personas lo interceptan y secuestran en una furgoneta de la Universidad, ante la presencia cómplice de un patrullero.

Para averiguar el testigo cuenta que “enseguida me comunique con algunas personas que tenían información de lo que estaba ocurriendo en la ciudad, porque no era el primer secuestro o el primer acontecimiento de esa envergadura, y estuve preguntando para ver lo que parecía”.

Esos “contactos” le aseguraron “que por la forma en que se había hecho venía con una disposición desde la Universidad del Sur, es decir que dentro de lo que nosotros manejábamos, venía de Remus Tetu”

“El término que ellos mismos usaban era ese: viene desde la Universidad… incluso pregunte por el patrullero… mirá la chica vio un patrullero que cortaba el tráfico, y me dicen, la policía trabaja con la Triple A y trabaja también con otras organizaciones. Es verdad que la policía estaba metida, yo lo sabía por otro medio, y bastante asegurado”.

Al ser consultado quiénes eran esas personas informantes que tenía el pastor, contesto que “yo tenía dos personas de confianza que me podían ayudar… y que uno era muy conocedor del Ejercito.” La otra persona de su confianza, era una persona refugiada por Chile.

Al aparecer el cuerpo de Víctor, luego de dos o tres días, fue a reconocer el cuerpo asesinado con más de 30 balazos. El cuerpo había sido lavado, se veían los orificios de balas, pero le habían cortado el pelo y la barba. Posteriormente realizo intervenciones para que repatriaran el cuerpo de Víctor a su Chile natal. 

El Pastor Bien Informado

Sicardi explica cómo obtenía tanta información en épocas tan complejas:

“Mis relaciones de información sobre las personas, como también de lo que ocurría no eran solo de Bahía, también la tengo de Buenos aires y ya tenía una pequeña agencia de información por lo cual teníamos datos desde el exterior también (…) así que el nombre de Ponce era algo ya conocido para cuando llegue acá (a Bahía) y la cercanía que tenía y como manejaba la cuestión sindical y politica”.

En cuanto a sus sus vínculos informantes cuenta:

“Tenía una persona que tenía muy buena relación con gente de la Marina, porque era gente conocida de ellos… con el cual habíamos conversado en más de una oportunidad al cual le llegue a preguntar que sabía de la relación entre Ponce y la Marina porque lo que ese estaba afirmando era que la Marina, le limpiaba las armas de Ponce y que Ponce había arreglado con el sistema represivo para hacerse cargo de la prostitución y dejar que el aparato represivo actuara mucho más con el juego. Es decir que tenía una información que le venía de sectores no tan santos”.

Sicardi también narró conversaciones que tuvo con personal de inteligencia:

“Yo fui llamado en el año 77, por la SIDE local, para ser interrogado, escritorio mediante, es decir no pase al interrogatorio por la fuerza… y después con esta persona logramos llegar a un acuerdo después de discusiones serias, sabía dónde estaba yo. Tuvimos un acuerdo y trabajábamos bien, el necesitaba datos que a veces yo tenía, o tenía que saber cómo actuaba yo, o mi rol en la región patagónica… en algunas oportunidades que me pidió la lista de miembros de la Iglesia le dije que si me pasaba una nota firmada, veía de dársela.”

Entre los episodios que cuenta, se destaca un cruce con el agente de la SIDE por un chileno refugiado:

“Había un chileno por el cual me pregunto varias veces, pero cuando el problema con Chile fue más agudo con las preguntas, le dije lo que sabía, que era un refugiado que solía venir a la Iglesia

Cuando fui a mi casa estuve meditando, lo llame para volver a hablar con él y le pregunte: esta persona tiene peligro de muerte o no? Dice, sí. Tiene peligro de muerte, lo estamos buscando. Entonces le conté quien era.”

El pastor continúa relatando que avisó a este refugiado chileno que lo estaban buscando y que esa misma noche allanaron la pensión donde él vivía. Al enterarse, Sicardi llama a su informante -a quien menciona como Wilcoxon- y le recrimina que realizo “una traición”, a lo éste le contesta: “nosotros no fuimos, la que actuó fue la Marina”.

“Después por esas cosas de la vida me encontré en una reunión X con alguien de la Marina, que todavía me tomó el pelo cuando me dice, mira nosotros estuvimos cuando buscamos a fulano de tal (el refugiado chileno), es decir que entonces entre el Ejército, la Marina y la Side misma, no sabían lo que estaba pasando…”

“Después supe que a esa persona la encontraron y la paso muy mal” agregó. En su extensa declaración, también declaró que hablaba con “gente de confianza” del diario La Nueva Provincia, que le explicaban que ciertas informaciones, como nombrar como subversivo al profesor Guido Bello Henriquez, miembro de la Iglesia, “a veces se largan porque se lo piden algunos de los organismos represores, y en otras ocasiones por parte de ellos (del Diario) para indicar a los que reprimen, que existe fulano y mengano, con los cuales pueden tomar ejercicio de Poder”.

“Era como decirle a los secuestradores: acá tienen un candidato” sintetizó.

Para finalizar, reflexionó que estos crímenes, no deberían tomarse aisladamente sino de manera conjunta y así poder comprender cabalmente lo sucedido.

El tomar este proceso como algo global, planificado y sistemático, es lo que se viene realizando en todos los juicios de Lesa Humanidad desde su comienzo, y así lo expresan las sentencias de dichos debates.

La confesión del pastor

La figura del pastor Sicardi ha generado en su momento malestar dentro del movimiento de Derechos Humanos de Bahía Blanca. Cabe recordar que en 2012, Sicardi reveló que le otorgaba “asistencia espiritual” a Gloria Girotti, ex secretaria judicial acusada de delitos de Lesa Humanidad.

La noticia fue mal recibida en el seno del Consejo Asesor de la Subsecretaria de DDHH de la UNS, espacio en el que Sicardi participaba y del que tuvo que excusarse tras el pedido de la agrupación H.I.J.O.S. y de Familiares de Desaparecidos. No obstante, el pastor reveló esta información sensible luego de más de un año de participación en dicho Consejo.

¿Cuándo siguen las audiencias?

Los jueces, Dres. Roberto Amabile, Marcos Aguerrido y Pablo Díaz Lacava, informaron que las próximas fechas de audiencias serán los días martes 15, miércoles 16 y jueves 17 de septiembre.

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