martes, 29 de noviembre de 2022

 ¡Gracias Hebe!


El 
domingo 20 de noviembre por la mañana, día de la Soberanía en nuestro país, una compañera de H.I.J.O.S., médica y muy cercana a la salud de Hebe en estos últimos días, nos trajo la noticia que nunca queríamos que llegue: Falleció Hebe de Bonafini. Nuestra Hebe.

Desde la Red Nacional de H.I.J.O.S., Hijas e Hijos de todo el país estábamos celebrando nuestro habitual congreso anual en Ciudad Evita de La Matanza, luego de 3 años sin poder realizarlo con motivo de la pandemia de Covid-19. La noticia llegó en pleno debate, mientras realizábamos nuestro plenario, luego de haber trabajado en comisiones el día anterior.

Para la tarde estaba prevista una «actividad de encuentro«, algo infaltable de cada Encuentro Nacional de H.I.J.O.S., que incluía una movilización hacia la Brigada de San Justo -lugar que funcionó como Centro Clandestino durante la dictadura genocida- para reclamar la desafectación del mismo de la Policía bonaerense y que se convierta el sitio en Espacio de Memoria para La Matanza, un reclamo de larga data de los organismos de Derechos Humanos del lugar.

Rápidamente decidimos de manera consensuada que debíamos ir al lugar más representativo de la figura de Hebe y las Madres: la Plaza de Mayo. Pero lo haríamos luego de cumplir con la actividad programada, ya que era una actividad militante importante, proyectada y necesaria.

Además, como Hebe nos había enseñado, es en la calle poniendo el cuerpo como se logran los objetivos. Si suspendíamos una actividad ya planeada, de reclamo, de presencia en la calle, estábamos seguros y seguras de que nos habría dicho de todo, como tantas veces lo hizo para retarnos.

Enseguida nos pusimos a pintar una bandera que nos representara a todas y todos, y convocamos como Red Nacional de H.I.J.O.S. a través de nuestras redes sociales a encontrarnos a las 17 horas en la Plaza de las Madres. La convocatoria tomó fuerza y se viralizó velozmente.

De esa manera, marchamos en primer lugar hacia la Brigada de San justo junto a otros organismos de Derechos Humanos del lugar y el acompañamiento de organizaciones sociales, políticas, y vecinos matanceros. Se realizó el señalamiento tal cual estaba previsto y se reclamó por la desafectación, algo que tuvo un contundente apoyo por parte de la movilización.

Cumplida nuestra tarea militante, partimos directo y sin demoras de San Justo a la Plaza de Mayo. Con una gran tristeza y el dolor a cuestas, pero también con una gran necesidad de llegar a la Plaza con nuestro mensaje corto y contundente escrito en nuestra bandera: «¡Gracias Hebe! H.I.J.O.S. Red Nacional«.

Luego de una tarde de calor, viento y con unas nubes que venían amenazando desde temprano, al llegar a la Plaza ese domingo nos recibió una lluvia torrencial que apagó las velas que muchos de los presentes habían colocado al lado de los pañuelos, y mojó los cientos de cartelitos con mensajes y flores que espontáneamente se iban colocando contra la reja de la Pirámide de Mayo.

La despedida popular y pagana estaba en marcha y no había tormenta que la parara. Los cánticos no cesaron en toda la tarde y la mezcla de dolor, pero a la vez fortaleza de sabernos juntas y juntos para despedirla como ella merecía, hicieron brotar canciones y abrazos en su honor: «Hebe no se murió, Hebe no se murió, Hebe vive en el pueblo y en la lucha que nos dejó«, surgió espontáneamente desde las banderas de H.I.J.O.S. 

Iluminando el camino

Ese «gracias» resumió años de enseñanza y de lucha que sería imposible abarcar en una sola reseña, pero fundamentalmente su muerte nos remitió a los años más duros que nos tocó vivir como agrupación, que fue la década que nos vio nacer como colectivo y a contramano de la sociedad de entonces: los impunes años 90.

La voz clara, rebelde, inconformista y revolucionaria de Hebe sin dudas nos iluminaba un camino plagado de oscuridad, individualidades, injusticias, negacionismo, neoliberalismo salvaje, indiferencia y mucha, mucha orfandad.

Era Hebe quien reivindicaba la lucha y militancia de nuestros padres y madres, sin tapujos ni medias tintas, y nos animaba a buscarlos en esas verdades que hasta entonces pocos reconocían. Desde ese inicio como agrupación, desde nuestros puntos básicos, decidimos reivindicarlos como lo que fueron: militantes políticos que lucharon por un mundo mejor, más igualitario y más justo para todos y todas.

Hebe y Bahía Blanca

La relación de Hebe con la ciudad de Bahía Blanca estaba íntimamente ligada a su relación militante y afectiva con la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) local, especialmente con Ernesto Malisia y Eduardo Hidalgo.

En 1995, mientras desde H.I.J.O.S. Bahía Blanca teníamos nuestras primeras reuniones para organizarnos colectivamente, la APDH trajo a Hebe a la ciudad y organizó una serie de actos y charlas con ella, donde fuimos especialmente convocados y convocadas, y tuvimos la oportunidad de conocerla, escucharla y empezar a formarnos.


Posteriormente, en el año 2001, fue invitada nuevamente por la asamblea en ocasión de la inauguración de la muestra «Aquí también pasaron cosas» en el subsuelo de la municipalidad (Alsina 65), donde se encontraba la sede del Museo de Bellas Artes en ese entonces. Así recordaba el paso de Hebe por el Museo, Eduardo Hidalgo, referente de la APDH en el 2016:

«En oportunidad de la inauguración de nuestra muestra ‘Aquí también pasaron cosas’ en el 2001, vino a acompañarnos nuestra madre Hebe. Recorriéndola se detuvo frente a una foto y un dibujo a lápiz del genocida Santiago Cruciani, alias El Tío, alias Mario Manzini. Regente, interrogador y torturador del CCD ‘La Escuelita’ del Quinto Cuerpo en Bahía Blanca. Parada allí dijo, ‘los veo y les cabe la teoría Lombroso’, palabras más o menos, a modo de repudio al torturador».

La tercera y última vez que disfrutamos de la llegada de Hebe a Bahía Blanca fue el 14 de mayo del 2015, de la mano de los compañeros de la empresa recuperada Textiles Pigué, con Francisco Martínez como presidente, de la cual Hebe y las Madres eran sus madrinas y tenían un particular, frecuente y estrecho vínculo.

En Bahía Blanca fue recibida como siempre por el referente de la APDH Eduardo Hidalgo y el resto de los organismos para dar una charla en el Salón de actos de la UNS, en Alem 1253, que desbordó de público (sobre todo jóvenes, como a ella le gustaba), quedando gente afuera que pudo saludarla en las escalinatas de la Universidad.

Allí donde el fascista Remus Tetu y el diario local La Nueva Provincia, clamaron por «claustros limpios por dentro y por fuera«, sin carteles ni pintadas, pero fundamentalmente sin política ni compromiso, Hebe dio uno sus discursos más políticos rodeada de jóvenes que la aplaudieron.

Hebe no perdía oportunidad para expresar su apoyo político hacia el gobierno de Néstor Kirchner y Cristina Fernández, quienes supieron cambiar el rumbo de la política de Derechos Humanos en Argentina, reconociendo y haciendo efectivos los reclamos de los Organismos, nunca escuchados con anterioridad.

Desde hace tiempo, aseguraba que la Asociación Madres de Plaza de Mayo era una agrupación política sin tibiezas ni medias tintas, teniendo bien en claro la diferencia con las décadas de los 80 o 90, donde las Madres denunciaban a los gobiernos de ese momento, ante una etapa claramente neoliberal y con total y absoluta impunidad para los responsables del Terrorismo de Estado. El 14 de mayo del 2015 en su última visita a Bahía nos dijo:

«¿Saben? Quiero disfrutar de este momento, de que Néstor y Cristina nos pusieron en nuestras manos. Las Madres no soñábamos que íbamos a ver a milicos condenados, en cárceles comunes, que íbamos a ver a muchos civiles condenados, por lo menos en la boca de la gente… Disfruten estos tiempos y las Madres también lo estamos viviendo con mucha felicidad. Néstor y Cristina nos dieron lo mejor que nos podían dar: dijeron que nuestros Hijos eran sus compañeros, y que nosotras éramos sus Madres, No hay cosa más hermosa».

Las convicciones de Hebe perdurarán por siempre en sus palabras y sus acciones por sobre los arribistas que prefieren recordarla en los años 80 y 90, de impunidad y desesperanza, cercenando su total dimensión política.

El mayor legado que nos deja es saber que a los tibios se los deja en evidencia y a los poderosos se los enfrenta con la palabra y con el cuerpo, incomodando, confrontando, nunca con complacencias cómodas, nunca con tibiezas ni especulaciones. Ése será el gran desafío.

El Homenaje de Hebe

Hace poco más de un año, cuando en marzo de 2021 falleció Eduardo Hidalgo, referente de la APDH local, Hebe lo despidió públicamente con cariño y agradecimiento, trasluciendo ese estrecho y único vínculo que la unía a Bahía Blanca, que era la APDH:

«Quiero que sepan que fue un hombre que peleó en Bahía Blanca contra viento y marea, y que ayudó a las Madres todo el tiempo, a las Madres de Bahía y a nosotras, las de Buenos Aires. Que preparó los actos más grandes en su ciudad. Que armó un pequeño museo. Que promovió juicios. Que no paró. Eduardo era de esos compañeros que son indispensables. Siempre con discreción y humildad. No lo hacía para aparecer, lo hacía porque lo sentía».


La APDH fue el único organismo de Derechos Humanos bahiense que investigó y promovió el Juicio y Castigo a los responsables de la dictadura genocida en Bahía Blanca y la región. Junto a su par, la APDH de Neuquén, investigaron, impulsaron y fueron el único organismo querellante hasta el 2013, cuando nos sumamos a querellar desde H.I.J.O.S. Bahía Blanca. Hebe sabia de la constancia, la persistencia, la militancia y la entrega de Eduardo, y así lo plasmó en su sentida despedida pública.

En la Plaza, Siempre Presente

Para el jueves posterior a su fallecimiento la Asociación Madres de Plaza de Mayo, sus queridas compañeras, nos convocaron a todas y todos a homenajear a Hebe en Plaza de Mayo, en la habitual ronda de los jueves.

Allí estuvimos nuevamente las y los H.I.J.O.S., representando a la Red Nacional. No fuimos a despedirla, porque Hebe estará presente en cada lucha y cada palabra que nos dejó para ser escuchada. Ella dijo que cuando alguien se muere quedan los discursos, que los escuchemos, que allí están las palabras que ya no dicen personalmente.

Eso hacemos y haremos, Hebe. Iremos a buscar tu palabra cada vez que necesitemos aclarar por donde seguir y elegir el modo.

Amor con Amor se paga

Por último, quienes estuvimos presentes en esas Plazas, con miles de consignas y cantos llenos de amor, de agradecimiento y de sincero dolor, vemos claramente que quienes fueron sus enemigos son los enemigos del pueblo, seres nefastos y violentos que destilan su odio cobardemente por las redes y que nos reafirman el camino a seguir, el que nos marcó Hebe.

«En tiempos donde todo nos empuja al individualismo, no hay que olvidar que la revolución comienza cada mañana cuando uno se despierta, piensa ‘qué voy a hacer por el otro’, y se pone a trabajar en ello»,

¡Gracias, Eterna Hebe! De parte de los HIJOS de todos tus Hijas e Hijos.

*Nota publicada en El Ágora Digital.

                                 30.000 Compañeros Detenidos -Desaparecidos Presentes!

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jueves, 30 de junio de 2022

Falleció el Genocida Walter Bartolomé TEJADA.

 

Hoy 30 de Junio, Fuimos anoticiadas del Fallecimiento del Genocida Walter Bartolomé TEJADA, quien tuvo una preponderante responsabilidad durante el Terrorismo de Estado en la ciudad de Bahía Blanca.
Tejada fue condenado en las sentencias de las Causas Bayón (septiembre de 2012) y González Chipont (Octubre de 2017) por delitos de humanidad y genocidio, y una Tercera Perpetua en Neuquén. Además se encontraba siendo juzgado en la MegaCausa Zona V que se realiza en la actualidad. 
 

  Además de haber sido condenado por secuestros, torturas, violaciones, desaparición forzada y homicidios, Tejada fue hallado culpable del robo de los dos bebés de las parejas de Graciela Alicia Romero y Raúl Metz, y de Graciela Izurieta y Ricardo Garralda, quienes nacieron en “La Escuelita” y fueron apropiados. Al día de hoy, ambos bebés y sus madres continúan desaparecidos. También fue condenado por casos como los secuestros de los chicos de la ENET de calle Azara, los fusilamientos de calle Fitz Roy, la masacre de calle Catriel, entre otros.

  Walter Bartolomé Tejada cumplió funciones como jefe de División en el Departamento II Inteligencia del Comando V Cuerpo de Ejército hasta 1979 y allí fue designado Secretario General del V Cuerpo de Ejército hasta diciembre de 1980. Era el segundo al mando del departamento, por debajo del Coronel Aldo Mario Álvarez, y como tal, se trató de la cabeza de toda estructura de inteligencia del aparato criminal.

  El mayor torturador de la Escuelita, Julián “el Laucha” Corres, declaro en indagatoria que Tejada era el superior directo del cual recibía órdenes desde el Departamento de Inteligencia II. Añadió que Tejada en persona, acompañaba a los médicos del hospital militar a revisar los secuestrados y era quien avisaba por teléfono a la guardia de “La Escuelita” si se acercaba algún auto sospechoso por el camino de la carrindanga en dirección a al Centro Clandestino.

  En los juicios se demostró que Tejada fue responsable desde el inicio del secuestro de las víctimas, independientemente del posterior traslado, y que tenía plena responsabilidad sobre el Centro Clandestino de Detención, Tortura y Exterminio “La Escuelita” y todo lo que allí sucedió. Como si fuera poco, testimonios de sobrevivientes dieron cuenta de su presencia física en los lugares de secuestro.

  El poder judicial condenó a Tejada por la totalidad de víctimas desaparecidas, asesinadas y sobrevivientes que pasaron por allí. Sin embargo, él  declaro que solo se ocupó de la inminente guerra con Chile por el canal de Beagle, situación que tuvo relevancia recién en 1978. Además dijo desconocer los Centros Clandestinos de torturas y desaparición, y que no sabía que existía “La Escuelita”.

  En 2015, gracias a la intervención del Juez Ramos Padilla, se le encontró a Tejada y a otros 5 genocidas, armas de fuego en sus domicilios. Curiosamente, no tenía credencial de legítimo usuario y estaba inhabilitado por el R.E.N.A.R. desde el año 2013.

  El Genocida Tejada, se caracterizó por su carácter violento mientras asistía a los juicios, realizando con frecuencia gestos e insultos al público que concurría. En una oportunidad en plena audiencia, al pasar por al lado de la querella, compuesta por dos integrantes de HIJOS y nuestra abogada querellante, todas mujeres, nos gritó violentamente “Brujas de mierda” pudiendo ser escuchado por todo el público presente.

Con dos perpetuas y beneficiado con la prisión domiciliaria, Tejada fue visto caminando por las calles bahienses, por lo cual en diciembre de 2018 le realizamos un Escrache en su domicilio de la calle Soler 164, 6to B, en pleno centro de Bahía Blanca.

 Imágenes del Escrache:

Tejada Insultando a quienes asistían al Juicio

Tejada violando la domiciliaria.

ESCRACHE a Tejada- 1 de Diciembre 2018


















  30.000 compañerxs detenidxs desaparecidxs PRESENTES!!

#MemoriaVerdadJusticia

#NuncaMas

#Son30Mi


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viernes, 17 de junio de 2022

Ocupación militar en Huanguelén: “Era un marco de terror que vivió y sufrió todo el pueblo”

 Este jueves 16 de junio se llevó adelante la decimoctava audiencia del juicio por delitos de lesa humanidad Megacausa Zona 5, donde pudieron escucharse los relatos de 4 testigos-víctimas de la causa donde se juzga a 38 imputados acusados de delitos como secuestros, torturas, homicidios y desapariciones, entre otros.



  Avanzando con la etapa testimonial, se escucharon testimonios del accionar del Terrorismo de Estado en pueblos y localidades vecinas a Bahía Blanca, donde el terror y el miedo eran sembrados por las Fuerzas Armadas con la misma brutalidad que en las grandes ciudades.
Los jueces Ernesto Sebastián, Sebastián Foglia y Marcos Aguerrido, dieron inicio a la audiencia con la reproducción del testimonio de Jorge Villalba, quien declaró en el primer juicio en Bahía Blanca en el año 2012.

Posteriormente procedieron a tomarle declaración a Cesar González, quien fue testigo de los secuestros de Julio Lede, y de Marta Favini y Jorge Gini, esposa y hermano del profesor Rodolfo Gini, respectivamente.

Gini vivía en la localidad de Huanguelen, fue asesinado por la Triple A en diciembre de 1974 y su caso fue ventilado en el juicio a dicha patota en Bahía Blanca, entre 2020 y 2021.

Huanguelen: Pueblo sitiado

Los secuestros de Favini y Gini, se producen en noviembre de 1976, en el marco de un inédito operativo donde “las Fuerzas Armadas habían ocupado el pueblo donde yo vivía, Huanguelen”, según el relato de González, también secuestrado con 19 años de edad.

Todos son trasladados al Batallón de Comunicaciones 181 de Bahía Blanca. En relación al terror vivido en el pequeño pueblo de Huanguelen:

“…las fuerzas militares cerraron la localidad y produjeron una serie de allanamientos, no puedo mensurar la cantidad, pero fue muy importante, con mayor o menor grado de violencia, en un trabajo conjunto entre las fuerzas policiales y el ejército…”

“No había lógica ni sentido común, era todo muy absurdo. Era un marco de terror que vivió y sufrió todo el pueblo y es tan característico eso, que los 24 de marzo, el distrito de Cnel. Suarez lo hace en la localidad de Huanguelen, y no en la localidad cabecera. Esto tiene que ver por los hechos sucedidos allí y la conciencia sobre la dictadura militar que quedo en mi pueblo” agregó.

González relató que luego de 7 días “a la deriva”, lo llevan a declarar al primer piso del lugar, vendado y con una pistola en la cabeza.

Durante el interrogatorio, la primera persona que le nombran es al profesor Rodolfo Gini, para saber si tenían relación entre ambos.

También lo interrogan por otras personas del pueblo, como Julio Lede, de quien en un momento le dijeron que “le fue remal porque lo mandaron a la Escuelita para aprender…” de manera irónica y haciendo alusión que lo habían llevado al Centro Clandestino La Escuelita.

Los mismos soldados ya sabían de la existencia de ese centro y que quienes iban allí eran torturados y eventualmente desaparecidos.

También se refirió a las y los desaparecidos de Huanguelén, cuyo número es considerable, considerando que entonces la población del pueblo apenas superaba los 4.500 habitantes.


Entre otros recordó al asesinado Rodolfo Gini, a Raúl Ferreri, Lili Fernández, Raúl “Tero” Guido, y Carlos De la Fuente. A pesar del miedo y el terror, González aseveró que la mayor parte del pueblo, empatizó con las victimas de la dictadura, recordando que cuando él es liberado, cerca de 60, 70 personas lo recibieron en su casa solidarizándose.

Resistiendo en Algarrobo

El segundo de los cuatro testimonios fue el del testigo Julio López, quien al momento de los hechos residía en Algarrobo y tenía militancia gremial en el gremio de Vialidad y también en la CGT de Villarino.

Fue convocado como testigo de los secuestros de victimas de la causa, como “Sirio Prat, Berardi, Sachi, Procopio”, entre otros de quienes mencionó y con quienes compartía dicha militancia gremial.

Consultado sobre los secuestros de sus compañeros, expresa que “era todo por la militancia gremial que teníamos nosotros” y que “era todo muy oscuro, los secuestraban, se hacía fuera de la ley, a cualquiera nos podía llevar la policía y la familia ni sabia donde estábamos.”

La Conexión Iglesia- Ejercito

Relató en que varias familias del pueblo pertenecían a un movimiento cristiano y consultaron al sacerdote cercano al pueblo, Ángel Caparella de Médanos para que averigüe e interceda por los secuestrados:

“Supe que el padrecito entrevistó al General Adel Vilas, y en la primera entrevista le habían negado que los tuviera, y en una segunda entrevista, confesó que sí, que lo tenían detenido, ya era algo fehaciente… pero no profundizo en la charla que tuvo con el general, pero le comentó que si, que lo iba a soltar, y a los pocos días apareció Cachito (Berardi)…”, cuenta, evidenciando el vinculo cercano entre el Ejercito y la Iglesia y la influencia de ésta última en el primero.

Se refirió también a varios trabajadores de YPF, también víctimas del Terrorismo de Estado como Berger, Procopio, Sachi entre otros, y que habían sido trasladados de Algarrobo a Bahía Blanca.

Considera que lo sucedido en este pequeño pueblo de apenas 900 o 1000 habitantes,  “eran apretadas” ya que “nuestra militancia era combativa” y que “la patronal era dura, mezquina, egoísta. No se respetaban nuestros derechos.”

La patota en acción: Salinas y dos más

Ya finalizando la jornada declaró el testigo-victima Néstor Oscar Bertinat, quien en el año 1975 era delegado de la UOCRA local y luego paso a formar parte de la comisión directiva.

En septiembre de 1976, ya producido el golpe genocida, se hallaba una noche en calle Avellaneda al 700 esperando a su esposa y es interceptado por un vehículo Torino blanco, en el que se movilizaban integrantes del grupo de tareas formado en el marco de la Unidad Regional Quinta de la Policía de la Provincia de Buenos Aíres.

De ellos reconoció al “Chueco Salinas” y refirió que había al menos dos personas más. El primero es el imputado Jesús Salinas, quien ya tiene condena de prisión perpetua por delitos de Lesa Humanidad, como secuestros, torturas y homicidios.

Allí mismo fue encapuchado y esposado al suelo del auto, y lo mantienen recorriendo la ciudad por mas de 5 horas. Posteriormente lo introducen en un tambor de 200 litros por 8 o 10 horas más, como forma de torturarlo.

Luego lo llevan a un salón que percibe como muy grande, donde relata que “…me desnudan, me ponen en un elástico de cama, me mojan y me ponen un cable en el segundo dedo del pie, enchufado, y cuando gritaba me ponían una almohada en la cabeza”.

El interrogatorio rondaba sobre su actividad gremial, y su vinculación con Mastrangelo y con Rodolfo “Fito” Ponce, quien comandaba la banda paraestatal de la Triple A y también era diputado nacional por el Partido Justicialista y Secretario General de la CGT local.

Luego de ser torturado en ese sitio, alguien llega y les dice que lo dejen que “este muchacho no tiene nada que ver” y es cuando lo trasladan a la Unidad Penitenciaria 4 de nuestra ciudad.

Allí se encuentra con compañeros como José Alberto Cruz, Coste, de la facción del gremio de Ponce.

Posteriormente lo liberan en la zona de Villa Delfina cercano a Ing. White y asevera que no volvieron a molestarlo.

Por último, declaró la esposa del Testigo Bertinat, que pidió que su testimonio no sea difundido públicamente por los medios virtuales, aunque no realizó ningún aporte sustancioso ni diferente al de su marido.

https://www.youtube.com/watch?v=xsmHgFMMzSc&t=8s 

¿Cuándo siguen las audiencias?

Las audiencias continuarán el día jueves 23 de junio desde las 9 horas, en la sede del Tribunal Oral de Chiclana y Lavalle. Los juicios son Orales y Públicos, y puede concurrir cualquier persona que así lo desee, con su DNI.

Además, las audiencias también se emiten de manera virtual por el canal de Youtube de la subsecretaria de Derechos Humanos de la Provincia de Buenos Aires.


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lunes, 13 de junio de 2022

MegaCausa Zona V: Avanzan las testimoniales

 

5 nuevos testigos prestaron testimonio en la Megacausa Zona 



El pasado jueves 9 de junio se llevó adelante la decimosexta audiencia del Juicio por Delitos de Lesa Humanidad conocido como Megacausa Zona 5. En este caso, se tomó declaración a sobrevivientes secuestrados en Coronel Dorrego y Tres Arroyos, así como a familiares de víctimas de Bahía Blanca y Huanguelén.

Durante la audiencia, el auxiliar fiscal Pablo Fermento solicitó al Tribunal que se realice una inspección ocular en Batallón de Comunicaciones 181 argumentando que “en la Causa Bayón se hizo una recorrida”, “pero en el registro audiovisual, hay zonas como el Gimnasio y la sala de la Banda de música, que no fueron examinadas”.

Por eso, “se convoca a testigos que hayan declarado, para que participen de la inspección y el recorrido siempre que no sea revictimizante para los mismos”.

El primero de los testimonios escuchados pertenece a Gabriel Alberto Claverie, quien fue secuestrado el 25 de septiembre de 1976 en un operativo militar que incluyó la interrupción de la energía eléctrica del pueblo.

Claverie se desempeñaba en ese momento como trabajador agrícola del partido de Coronel Dorrego. Además, era militante en el Frente de Izquierda Popular y participaba en un grupo de teatro.

Al respecto, explicó que “fue a partir de esas actividades, que empezamos a ser sospechosos para los servicios de inteligencia de la Marina”. “Buena parte de los artistas se convirtieron en militantes de la izquierda popular en Dorrego”, añadió.

“Enterré todos los libros que podían resultar sospechosos”

Por otro lado, recordó que “en diciembre del ‘75, se produjo un levantamiento de la Fuerza Aérea con el Brigadier Jesús Cappellini al mando“, en el que se pidió la renuncia de Isabel Perón. “No lo retiraron de la fuerza y llegué a la conclusión que el golpe estaba cerca”, observó Claverie, quien agregó: “A partir de ese momento, me imaginé que podía ser víctima de secuestro“.


Enterré todos los libros que podían resultar sospechosos“, recordó, y detalló que “le dije a mi mujer tres cosas que debía hacer si me secuestraban”. Luego, enumeró:

“Primero, que en la biblioteca deje una novela de Borges y un libro sobre la vida de Hipólito Yrigoyen. Segundo, que en caso que me secuestraran, fuera a ver un abogado que no tenga ningún vínculo con la izquierda, sino que sea cercano al intendente que era una marino retirado, sabiendo que este no iba a hacer nada. Y tercero, que se comunicara con un familiar que tenía relación con el Ejército por ser directivo del Club Tiro Federal”.

Al referirse a su secuestro, el trabajador agrícola explicó que “una madrugada de septiembre golpearon la puerta gritando ‘Policía Federal’“, y comentó que “según mi esposa Ana María que estaba embarazada, llegaron encapuchados excepto uno”.

“Me vendan con algodón y cinta”, relató, “me suben a una camioneta con ventanas chicas a los costados. ‘Primera condición: no tocarse la venda ni hablar’, me dijo un militar”.

Durante su translado a Bahía Blanca, sin embargo, retiró parte de la venda con su rodilla, de modo que pudo ver que “en la camioneta había dos cuerpos. Ellos sí tenían la boca fajada. Una era una mujer“. Continuando con su declaración, narró que:

“Paramos un momento en la zona de Las Oscuras, pensé que nos ejecutaban ahí. En Grünbein doblamos hacia la Base Aeronaval Espora pero seguimos. Frenamos adelante del Cementerio Municipal, nos separamos de la custodia, mi corazón latía fuertemente porque había leído casos de fusilamientos en esa zona. La última vez que miré hacia afuera, vi la Universidad del Sur. Ahí no tuve dudas que iba al V Cuerpo de Ejército”.

Más adelante, Claverie habló de los interrogatorios, y recordó que “había una mujer, luego llegué a la conclusión que era Cristina Prado y en otra cucheta, estaba Pablo Santillán“, con quienes se alojó en el Centro Clandestino de Detención y Tortura “La Escuelita”.

Santillán era militante del Partido Comunista, y Prado tenía 22 años de edad y militaba en el Partido Socialista de los Trabajadores.

“El que estaba interrogando ya me conocía y conocía del tema. Me hice la idea que era de inteligencia”, continuó relatando, “me preguntó por Daniel Randazzo, que era Secretario de la Federación Juvenil Comunista“.

Además, recordó que “con su tono de voz y de mando decía: ‘a este me lo trajeron por izquierdista o por burgués’, dirigiéndose a otros que estaban presentes en la sala de interrogatorios”.

Luego de una semana, Claverie y Santillán fueron liberados. “Me sacaron la venda, me hicieron firmar mi declaración pero luego me llevaron nuevamente a la cucheta y pasaron varias noches”, declaró, “empecé a dudar si me largaban o me iban a ejecutar. Finalmente, en el camino de vuelta a Dorrego, nos dejaron en el cruce de Monte Hermoso”.

“Los conocidos cruzaban de vereda para evitar saludarme”

Luego de ser liberado, Claverie reconoció que fue difícil volver a la normalidad en su pueblo. “Volver a la vida fue potente”, manifestó, “cuando llegué a mi casa, me estaban velando. Era tal el grado de excitación, que me tuvieron que dar algo para dormir“. Además, recordó que:

“Pude ver que dejaron tirado afuera de casa el envase del algodón que usaron para vendarme cuando me secuestraron. El paquete decía: Ejército argentino, Departamento de Sanidad. Días después, fui a avisar a la familia Prado, para contar que Cristina fue retenida en el Regimiento. Me parecía que tenía que decirle a su madre que estaba viva”.

Por otro lado, lamentó que “en el pueblo, los conocidos, cruzaban de vereda para evitar saludarme“, y contó una situación en la que “fui al Banco Nación y un empleado cuando me vio, giró 90 grados para no atenderme”. En ese sentido, sintetizó que:

Un aislamiento muy grande sufrimos, éramos leprosos hacia los demás. Adquirí la psicología de un leproso. Esto duró por lo menos seis años hasta la guerra de Malvinas. Mi mujer lo padeció mucho. No podía ni hablar de política ni leer un diario ni un libro relacionado”.

Entre sus experiencias, también habló de un evento en el que “un familiar lejano le dijo a su mujer que para interceder por su marido, tenía que verlo al Corto Talú”. “Justamente, era uno de los integrantes de la patota que me había secuestrado“, dijo, y añadió:

“¿Cómo llego a esa conclusión? Por una casualidad. Solíamos ir a jugar a la paleta al Club Social de Dorrego que estaba frente a la plaza. En la entrada principal, había una persona mayor. Tenía zapatos de calidad, bien lustrados”.

Asimismo, comentó que “mi mujer me dijo que cuando me secuestraron vio a uno con calzado bien pulido”. “Años después, en una ferretería, veo al Corto Talú”, explicó, “con los mismos zapatos”. “Los informes de mi secuestro en Coronel Dorrego, archivados en la Dirección de Inteligencia de la Policía de la Provincia de Buenos Aires (DIPPBA), los firmaba Talú“, concluyó.

“Entró un militar a la habitación y nos apuntó”

A continuación, se tomó declaración testimonial a Carlos y Fabio, hijos del abogado Carlos Alberto Massolo, quien falleció en 2013. Durante la última dictadura, Massolo representaba a personas detenidas por cuestiones políticas.

De forma virtual, Carlos explicó que “un grupo de militares que entraron a los gritos de forma muy violenta“. Mientras él estaba durmiendo, ellos “lo buscaban a mi papá”.

Massolo, sin embargo, escapó saltando una tapia. “Desde mi habitación, por el pasillo veo gente pasar”, recordó, “intenté sacar un crucifijo de la mesa de luz. Por el ruido, entró un militar a la habitación y nos apuntó“. “Por suerte no pasó nada, fue un momento tremendo”, agregó.

Otra de las situaciones que recordó, fueron los cacheos que sufrió su madre al entrar a la cárcel de Villa Floresta para visitar a su padre. “Mientras él estaba detenido, se dio una situación compleja para mi familia“, comentó, “a mi madre la afectó muchísimo, no quiso testimoniar porque no quiere revivir esos momentos”.

Entre tanto, Fabio detalló que su padre estuvo en el V Cuerpo de Ejército y luego fue llevado a Unidad Penal Nº4 de Villa Floresta. Al respecto, afirmó recordar haber ido a visitarlo a la cárcel. “Para el familiar de preso común, se entraba por un lado, y para los familiares de presos políticos, por otro, con requisas más fuertes, toqueteos”, declaró, “había una intención de humillar a quienes realizaban visitas”.

Por otro lado, expresó que “como familia vivimos mucho miedo e incertidumbre cuando lo detuvieron. La gente, por susto o por lo que fuera, dejó de hablarle y ayudarla”. Asimismo, “para mi mamá fue una situación muy traumática”, dijo, y concluyó:

“La única vez que la vi correr a mi madre, fue para abrazar a mi papá cuando lo liberaron. No sólo sufre el que está preso. A veces pienso que sufrió más ella que mi papá. Es como una onda expansiva, que atraviesa a la familia“.

A la hora de declarar, Luis Horacio Taccari pidió que su testimonio no fuera transmitido públicamente. En 1976 vivía junto a su esposa Marta Mabel Bravo (hermana de José Luis Gon, militante del PRT) en Huanguelén.

Taccari señaló que luego de estar 3 meses retenida, su esposa fue liberada. Luego de su experiencia, “volvió muy deprimida, aún hoy está siendo tratada psicológicamente. Contó que la quisieron violar“, contó.

“Atado con alambre, los ojos vendados, boca abajo”

Finalmente, declaró Rubén Pollacchi, un mecánico secuestrado el 16 de septiembre de 1976 en la ciudad de Tres Arroyos. Sobre su experiencia, contó que “volvía de algunas diligencias, cuando entré a casa me encontré con que me rodearon varios militares portando armas largas, fue un grupo comando en operativo cerrojo”.

Me ataron las manos con alambre. Eran del ejército, no eran de la armada ni la aviación, yo hice el servicio militar obligatorio en la Base Naval Puerto Belgrano y algo conocía”, agregó.

Luego, fue trasladado a Bahía Blanca “en un camión Dogde, me llevaron en el medio tirado en el piso, había asientos laterales, techo de lona”. Además, recordó que “todos los conscriptos me ponían el pie arriba. Atado con alambre, los ojos vendados, boca abajo“, y añadió:

“Iba solo pero cuando paró el camión en el Regimiento, vi a otros de Tres Arroyos. Les pregunté la hora, nadie me contestaba, ni siquiera los propios secuestrados, se había corrido la bola que era peligroso”.

Asimismo, recordó que “estuve 15 días con la misma ropa, día por medio me interrogaban. Se cansaron de hacerlo“. “Uno me decía: ‘andá, mañana te vas a acordar de todo’”, comentó, y explicó que “se sentían gritos desgarradores a la noche. Una vez le pregunté a un conscripto quién gritaba. Me contestó: ‘esa es la escuelita, ahí es donde les enseñan a hablar’“.

Decimosexta audiencia de la Megacausa Zona 5 (9 de junio de 2022)

¿Cuándo siguen las audiencias?

Las audiencias continuarán el día lunes 13 de junio a las 9 horas y luego el jueves 16, en la sede del Tribunal Oral de Chiclana y Lavalle. Los juicios son Orales y Públicos, y puede concurrir cualquier persona con su DNI.

Además, las audiencias también se emiten de manera virtual por el canal de Youtube de la subsecretaria de Derechos Humanos de la Provincia de Buenos Aires.


30.000 Compañeros Detenidos -Desaparecidos Presentes!

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