martes, 1 de octubre de 2019

Memoria y Verdad

LA IMPORTANCIA DE PRESERVAR LA MEMORIA Y VERDAD:

 Como militantes por la Memoria, La Verdad y la Justicia y ante ciertos acontecimientos en nuestra ciudad que dan muestra de la poca importancia de la verdad histórica local, o en el mejor de los casos el desconocimiento de la misma, nos vemos en la obligación como organismos de DDHH de recordar y refrescar la perezosa Memoria Bahiense.

En el año 2010 la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, firmo el decreto 4/2010 con fecha 5/1/2010 que decía:
“Relévase de la clasificación de seguridad a toda documentación e información vinculada con el accionar de las fuerzas armadas en el período comprendido entre los años 1976 y 1983.”
Así fue como se dio a conocer de manera pública, el listado de agentes de inteligencia, hasta entonces secreto, que habían sido parte del Batallón de Inteligencia 601. En este primer listado se podía saber los nombres y funciones de unos 2000 militares y civiles del Batallón porteño 601 y además, de unos 2500 agentes civiles de inteligencia que se desempeñaron en distintos destacamentos del país, como por ejemplo el destacamento de Inteligencia 181 de Bahía Blanca.
En dicho listado desclasificado del personal de inteligencia del Ejército Argentino, figuran, según lo especifico la fiscalía local, una treintena de Bahienses que actuaron como “buchones” en nuestra ciudad.
Algunos de los denunciados como Servicios de Inteligencia en el listado, ocupaban cargos públicos y por esa razón fueron denunciados. Uno de los más conocidos, fue el abogado, profesor en la UNS Néstor Luis MONTEZANTI, quien logro jubilarse antes de ser destituido y de esta manera logro preservar el cobro de la jubilación de privilegio.
Otros dos casos de bahienses que figuran, si bien no ocuparon cargos públicos eran conocidos por sus profesiones, fueron dos empleados del pasquín local la nueva provincia: el Fotógrafo Gustavo Jorge LOBOS y el redactor Jorge Carlos SOLDINI (ya fallecido)
Otro bahiense que prestó sus servicios al Terrorismo de Estado como personal civil de inteligencia, es el Juez de Faltas municipal, ahora jubilado también, Ricardo Antonio GERMANI. El cargo público en el cual fue nombrado, fue el motivo por el que la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos local lo denuncio y pidió su destitución, algo que fue resistido por el Concejo Deliberante, y lejos de tomar una decisión independiente como poder legislativo, fue enviado al Poder Judicial Provincial, el cual expreso que no se podía comprobar su participación a pesar de figurar en el listado. Una respuesta para nada sorpresiva. Sería muy largo y repetitivo ponernos a explicar una vez más, las infinitas muestras de apañamiento de parte de la familia judicial bahiense, con los involucrados en el genocidio argentino. Basta con recordar que también fue el Poder Judicial el que desestimó toda imputación a civiles como Massot, Sierra, Girotti, Garlatti, Etc.
Estos son solo algunos de los que aparecen en el archivo desclasificado en el año 2010, aunque sabemos que hay más. Esta repartición del Batallón de Inteligencia 601 y sus destacamentos, como el 181 de Bahía Blanca, era la que centralizaba la información de los y las ciudadanos que se perseguían durante el Terrorismo de Estado, para luego emitir las órdenes directas a los Grupos de Tareas, que podía concluir con la muerte o desaparición de los perseguidos, tal como ocurrió, de miles de compatriotas. Así lo explicaba la Unidad Fiscal de DDHH de nuestra ciudad:
“Lo que tenía que hacer el personal civil y también militar de inteligencia era obtener la mayor cantidad de información del oponente, suministrarla al ámbito de inteligencia, y el ámbito de inteligencia se lo pasaba al ámbito operativo… Obtener la información del ámbito del que se encuentre infiltrado o del ámbito propio ya sea gremial, universitario, político, social.” “Se evaluaban sus convicciones (de los agentes infiltrados) acerca de la realidad que se estaba viviendo, no se elegía a cualquiera, el perfil del agente de Inteligencia respondía al de un sujeto que, comulgara con la ideología sustentada, en ese entonces, por el Gobierno de facto que implicaba, entre otras cosas, el uso de la violencia política y física, ejercida desde el Estado, contra todo actor que fuera considerado una amenaza o desafiara al poder.” “La Inteligencia que se hizo en Bahía Blanca es enormemente superior y exhaustiva a la que se hizo en Mar del Plata o La Plata, por ejemplo. Los documentos que hemos podido recuperar de Inteligencia dan cuenta de eso, de un poder de infiltración realmente enorme.”
El Terrorismo de Estado no es cosa del pasado. Es responsabilidad de toda la sociedad y no solo de los Organismos de Derechos Humanos y los afectados directos por la dictadura, Saber lo acontecido durante el mismo e identificar a sus perpetradores, aun cuando a algunos de ellos la justicia no les ha llegado. La Memoria es de los pueblos y los Delitos de Lesa Humanidad nos conciernen a todos, al conjunto de la humanidad, porque sus efectos perduran hasta hoy y porque Nunca Más podemos permitir que se repitan.


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